POSTURA DE CONBICI ANTE LAS VÍAS CICLISTAS
Noviembre de 2017
ConBici quiere manifestar su postura favorable a todas las medidas que contribuyan a la debida seguridad y comodidad de todas las personas que quieran circular en bicicleta por considerar que es la base de la transformación de la ciudad hacia una ciudad amable.
Está Coordinadora de 63 asociaciones muy activas de ciclismo urbano y cicloturismo quiere dejar clara su postura, para evitar controversias con determinadas opiniones que generan confusión sobre la movilidad ciclista en general y sobre la postura de ConBici en particular.
Cada ciudad es diferente y tiene cada una tipos de vías diversas, con diferentes grados de violencia vial. Por ese motivo no hay recetas mágicas y hay que buscar soluciones a cada ciudad y cada calle, con todos los instrumentos posibles, para ir pacificando las ciudades y recuperando paulatinamente espacio público para el disfrute de las personas. Obviamente entrar y salir de una ciudad o abordar el tráfico en familia, personas mayores, con diversidad de movilidad o nóveles, es una necesidad.
Por tanto, para promocionar la bicicleta con responsabilidad y seriedad, son precisas medidas combinadas; las que implementan expertos de todo el mundo y muy especialmente en los países europeos de gran tradición ciclista. Entre estas medidas destacan las vías ciclistas. Está sobrada y científicamente demostrada la seguridad adicional que ofrecen los carriles bici bien diseñados, frente a las calzadas comunes donde se producen los mayores índices de siniestralidad.
El sentir general de ConBici coincide con la fundación 8-80 (www.880cities.org), que propone la conocida regla 8-80: una infraestructura ciclista es segura cuando puede ser usada confiadamente tanto por personas de 8 años como de 80 años
Con viales de convivencia donde la movilidad activa (el peatón y la bicicleta, principalmente) sea el eje de la movilidad, y en los cuales la accesibilidad y la seguridad estén garantizadas para cualquier persona.
Pero esta urbe, en la práctica casi siempre padece de grandes avenidas arteriales, rondas y otros tipos de viales de gran capacidad, donde se producirán grandes diferencias de velocidad, potencia y aceleración entre los vehículos motorizados y las bicicletas, que aconsejarán separar físicamente ambos tráficos, del mismo modo y por las mismas razones que se separan físicamente los tráficos motorizado y peatonal. Sin pretender que todas las calles cuenten con un carril bici y exigiendo seguridad en todas las vías, con carril bici o sin él.
Entendemos que muchas ciudades de nuestro entorno se encuentran en esta fase incipiente de pacificación del tráfico para conseguir que más personas cambien del modo a motor a la bicicleta, para lo que es necesario realizar muchas medidas de calmado de tráfico, pero también crear infraestructuras de uso exclusivo bien diseñadas, cómodas y atractivas.
Las vías ciclistas proporcionan también un factor de equidad en el tráfico al evitar a las bicicletas el problema de la congestión circulatoria causada por los vehículos a motor. Es un problema que las bicis contribuyen a paliar y cuyas consecuencias injustamente padecen cuando se ven obligadas a compartir espacio con esos otros vehículos que tanto ocupan y tanto se atascan.
Así pues, son los mismos motivos de vulnerabilidad, basados en consideraciones físicas elementales de potencia, masa y velocidad (la potencia y la masa de un ciclista son muy similares a las de un peatón) los que aconsejan que el ciclista, como el peatón, deba disponer de viales exclusivos bien diseñados en los que nadie sufra el temor de ser atropellado por otro vehículo más grande, veloz y potente. En muchos casos es la inexistencia de esta infraestructura o su diseño inadecuado y la ausencia de un calmado de tráfico real, los factores que influyen en el hecho de que en nuestro país aún sea la bicicleta una opción minoritaria, a pesar de las grandes ventajas que aporta a toda la ciudadanía.
Por tanto, ConBici recomienda en todas las ciudades sin un tráfico calmado REAL E INCLUSIVO o con alta intensidad de vehículos a motor, una red básica de vías ciclistas separadas del tráfico motorizado, coherente, directa, segura, cómoda y atractiva, entrelazada y conectada con los principales orígenes y destinos de los desplazamientos, incluyendo las principales estaciones del transporte público, que tenga asimismo continuidad en las calles menos amplias, convertidas en ciclocalles con tráfico calmado, calles de convivencia, plataformas únicas o figuras similares, donde la bicicleta goce de prioridad ante el resto de vehículos y la velocidad máxima se limite a 30 o 20 km/h de forma real.
Siendo el principal objetivo de dicha red básica de vías ciclistas provocar el trasvase modal desde el automóvil hacia la bicicleta. De ese modo, dado que la bicicleta necesita de mucho menos espacio para circular y aparcar que el automóvil, la creación de la mencionada red básica de vías ciclistas debería, además, permitir la liberación de una gran cantidad de espacio urbano para generar o ampliar áreas peatonales para el disfrute y la convivencia de la población.
En definitiva, infraestructuras, legislación y educación son los tres pilares necesarios para avanzar hacia ciudades más accesibles para la bicicleta.
Posición ante las vías segregadas de la European Cyclists ́ Federation ́s (ECF):
Hay un amplio consenso entre la mayoría de los expertos en que las vías ciclistas segregadas son herramientas muy útiles para promover el uso de la bicicleta en las ciudades (ej. Países Bajos o Dinamarca). Referencias:
– Collection of Cycle Concepts 2012
– CROWN
CROWN: LA “BIBLIA” DE LOS MANUALES CICLISTAS, EN CASTELLANO
Primer manual de diseño para una infraestructura cicloamistosa, Sign up for the bike (Intégrate a favor de la bicicleta). En estos 13 años, el libro se ha convertido en lo que probablemente es el manual de mayor autoridad en el tema del tráfico ciclista en el mundo. Esto se debe en parte al hecho de haber sido traducido entero al inglés, al alemán y, algunas secciones, al francés.
CROW es una plataforma nacional de información y tecnología para la infraestructura, el tráfico, el transporte y el espacio público. Una organización sin fines de lucro, CROW desarrolla, difunde y gestiona conocimientos prácticos aplicables a la preparación de políticas de la planificación, el diseño, la construcción, la gestión y el mantenimiento. Trabaja con todas las personas interesadas, incluyendo gobiernos al nivel nacional, provincial y municipal, consultoras, empresas de la construcción del área de la ingeniería civil, asó como con organizaciones de transporte y sus proveedores. Estos conocimientos, que normalmente consisten en manuales, recomendaciones y sistemas, se transfieren a los grupos objetivo a través de sitios webs, publicaciones, cursos de capacitación y congresos.
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