ConBici manifiesta su satisfacción por la progresiva y entusiasta asunción por parte del Gobierno de sus propuestas, encaminadas a convertir a la bicicleta en un vehículo clave para movilidad urbana.
A partir de la crisis de la COVID19, en estos momentos en los que se va a materializar la decisión de permitir ciertos niveles de asueto para la infancia, consideramos que la bicicleta supone un magnífico instrumento para su bienestar.
La bicicleta genera autonomía y provoca una sensación de libertad, lo cual ayudará en gran manera a compensar el estrés y el sufrimiento que ha supuesto para ese grupo poblacional, especialmente sensible, el confinamiento durante semanas.
La bicicleta en sí misma constituye una forma de autocuidado personal y emocional, por cuanto su utilización redunda en un incremento de la sensación de bienestar de quienes la utilizan; en este caso concreto, de la infancia.
Por ello, proponemos que se autorice desde el inicio del periodo de desconfinamiento de menores el uso de la bicicleta. Así como en un futuro cercano la autorización de la práctica deportiva ciclista.
En lo referido a la infancia queremos hacer especial hincapié sobre su carácter lúdico, tan apropiado para que todas las tensiones acumuladas en el periodo de confinamiento puedan ser liberadas.
La autorización desde el primer momento del uso de la bicicleta para los menores debe venir acompañada de la adopción de las medidas de seguridad necesarias para la salvaguarda de su integridad física. Todo ello, en el contexto de un decidido replanteamiento de los espacios públicos viarios, que ha de redistribuir su uso, generando un sustancial incremento para su uso por parte de peatones y ciclistas.
Si bien coincidimos con la propuesta del gobierno para autorizar a las familias para realizar desplazamientos autorizados con menores, creemos conveniente ampliar la autorización a pasear tanto caminando como en bicicleta, especialmente atravesando zonas verdes o espacios abiertos tomando las debidas precauciones.