Mediciones del nivel de CO2 en el interior de recintos cerrados.

Siguiendo la iniciativa del grupo aireamos.org, la Asociación ciclista donostiarra Kalapie ha adquirido recientemente el medidor de CO2 Testo 440 (con sensor de CO2 infrarrojo tipo no dispersivo y protocolo de calibración según normativa ISO 9001) con el que ha empezado a medir la concentración de CO2 que respiramos en las diferentes actividades que realizamos a diario en recintos cerrados: transporte, comercios de barrio, mercados, supermercados, hostelería (bares, restaurantes, cafés)… y domicilios particulares.
Al área de Salud y Medio Ambiente de ConBici, cara a las próximas fiestas de Navidad, le ha parecido conveniente adelantar los primeros resultados para conocimiento de las Asociaciones ciclistas del estado español y ciudadanía en general.

¿Qué dicen los científicos españoles?
El Ministerio de Ciencia e Innovación encargó en octubre pasado a un grupo de eminentes científicos españoles, un informe sobre vías de transmisión por SARS-CoV-2.
El documento científico hecho público el mes de noviembre, dice que existe «evidencia significativa» de que el Covid-19 se transmite por vía aérea a través de los aerosoles que se emiten al hablar, cantar, gritar o toser y que es, precisamente esta vía, la forma de transmisión «dominante» y la «más habitual» en eventos de super propagación.
Por otro lado, se ha creado el grupo aireamos.org, formado por 12 equipos de investigadores españoles con la finalidad de combatir el contagio de covid por aerosoles, midiendo el CO2 en aulas, transporte o comercios.
El grupo, sin ánimo de lucro y ningún interés político, incide en la necesidad de MEDIR el nivel de CO2 en el aire e INFORMAR A LA CIUDADANÍA para «frenar la pandemia a través de los aerosoles y APLICAR LA VENTILACIÓN ADECUADA para evitar los contagios».
Recomiendan que la CONCENTRACIÓN DE CO2 en recintos cerrados debería ser INFERIOR A LAS 700 PPM (partes por millón).
En el artículo de noviembre desde el área de Salud y Medio Ambiente de ConBici, nos preguntamos por el riesgo asociado al Covid-19 que teníamos los ciclistas al iniciar las actividades diarias tras aparcar la bicicleta.

¿Y qué son los aerosoles?
Son las partículas más pequeñas que se emiten conjuntamente con las gotículas (más gruesas que se depositan por gravedad en un radio de dos metros de la persona emisora) y que por su reducido tamaño pueden permanecer durante varias horas en suspensión en el aire.
Pueden ser respiradas en proximidad cercana (e.g. conversación entre dos personas) o compartiendo el aire en espacios cerrados, e infectar por inhalación y deposición en diferentes partes del sistema respiratorio.
El documento precisa que los aerosoles por su menor tamaño (<100 micras) presentan una mayor infectividad porque penetran más profundamente en los pulmones y, además, podrían causar una mayor severidad en la enfermedad Covid-19.
La OMS indica que la vía por aerosoles se da principalmente en ambientes interiores mal ventilados (entendiendo por ventilación la renovación de aire interior por aire fresco exterior) y con alta densidad de ocupación.
El documento de los científicos incide en la «importancia» de EXPLICAR A LA POBLACIÓN el papel que juega la transmisión por el aire, a través de aerosoles expulsados por personas infectadas.
Estos científicos se preguntan ¿no vale la pena promover actividades en exteriores, ventilar o filtrar para disminuir riesgos para reducir transmisión por aerosoles?
Así afirman que a las medidas ya aceptadas del uso de mascarillas, higiene, distanciamiento, trabajo a distancia y evitación de eventos con alta densidad de personas, especialmente en interiores, habría que añadir como medida de precaución de transmisión de aerosoles, que los lugares cerrados dispongan de una ventilación adecuada.
Para ventilar y filtrar espacios interiores y reducir el riesgo de infección, recuerdan que lo mejor es que el local tenga un sistema de ventilación, y en su defecto, conseguir una ventilación natural adecuada, abriendo puertas y ventanas, y subrayan que, si nada de lo anterior es posible, se tomen medidas adicionales con purificadores de aire equipados con filtros HEPA.
No descartan tampoco que sea obligatorio a medio plazo disponer de un medidor en tiempo real de CO2 para conocer el grado de ventilación de los locales públicos, y que sea visible desde todo el recinto.
En resumen, que en un local cerrado las personas al respirar exhalan CO2, goticulas y aerosoles, que se van acumulando en su interior y que en el caso que hubiera alguna persona infectada, son los aerosoles los portadores del coronavirus.
Para una fácil comprensión del contagio por aerosoles que contienen virus infecciosos, resulta útil usar por analogía el comportamiento del humo del cigarrillo. EL HUMO ES TAMBIÉN UN AEROSOL!!!
Imaginémonos que se comparte una casa con un fumador. Estando cerca del fumador mientras habla, se inhalaría una gran cantidad de humo.
Reemplacemos el humo por aerosoles que contengan virus, estos se comportan de manera muy similar. El impacto sería parecido: cuanto más cerca esté uno de alguien que exhala aerosoles portadores de virus, más probabilidades tendrá de respirar una cantidad de virus suficiente para que se produzca el contagio.
¿Y cómo sabemos que un local tiene la ventilación adecuada?
Midiendo el nivel de CO2 existente en el aire de su interior. En el mercado hay unos medidores portátiles de CO2 que nos permiten conocer en todo momento la concentración de ese gas en el aire que respiramos.
Tras el desplazamiento diario en bici, sostenible y saludable, y llegar a nuestras actividades cotidianas, es entonces, si no tomamos las debidas precauciones, cuando podemos tener el mayor riesgo de contagio por COVID-19, en especial cuando entramos en espacios cerrados y con gente.
ANEXO: Avance de primeros resultados de CO2 encontrados en algunos recintos cerrados.
Así que sólo se presentan las concentraciones de CO2 encontradas en aquellos recintos cerrados analizados hasta el momento, quedando pendiente completar el estudio y poder publicarlo más adelante.
En primer lugar, señalar que el nivel de CO2 en el aire exterior varía entre las 420-470 ppm, en función de que sea un parque o área urbana. Así que pedalear, si se mantiene la distancia mínima de seguridad recomendada entre ciclistas, es junto a caminar, la opción más saludable de movilidad.
Y recordar que en recintos cerrados, el nivel de CO2 recomendado por los científicos es inferior a las 700 ppm.
En los comercios de barrio (fruterías, carnicerías, pescaderías, zapaterías, peluquerías, farmacias…) estudiados, la mayoría con las puertas abiertas, las concentraciones de CO2 son inferiores a las 600 ppm.
Por el contrario, en unos pocos comercios, con las puertas cerradas, aún cumpliendo con el aforo de personas establecido por la normativa anti Covid-19, los niveles de CO2 oscilan entre las 1000-1500 ppm.
En los mercados, la mayoría con valores de CO2 inferiores a las 600 ppm, excepto en uno que sin control de aforo, supera el nivel de 700 ppm de CO2 recomendado, incluso con baja ocupación. En diferentes macrocentros comerciales con ventilación mecánica, los valores de CO2 encontrados, en algunos son inferiores a las 700 ppm, mientras que en otros lo superan.En algún supermercado la concentración de CO2 llegaba hasta las 1400 ppm.
En el interior de los autobuses urbanos, la mayoría con las ventanillas superiores abiertas, los niveles de CO2 son inferiores a las 700 ppm, incluso aquellos que iban bastante llenos. En cambio, en algún autobús que no tiene la posibilidad de abrir ventanillas, los niveles de CO2 superan las 700 ppm, a pesar de ir sólo a la mitad de su aforo. En los interurbanos, con ventanillas abiertas y ocupación de ¾ partes del aforo, los niveles de CO2 son también inferiores a las 700 ppm. En la estación de autobuses, el CO2 es inferior a las 600 ppm.
En coche con 2-3 personas, sin ventilación y ventanas cerradas, en muy pocos minutos, el nivel de CO2 supera ampliamente el valor de las 700 ppm; en cambio, con la ventilación en marcha y algunas ventanas semiabiertas, el CO2 se reduce rápidamente por debajo del valor recomendado de 700 ppm.
En los trenes de cercanías con las ventanillas cerradas, y un 50 % de ocupación, la concentración de CO2 se acerca a las 700 ppm.
En algún gimnasio y centro de fisioterapia, que disponen de sistema de ventilación, el CO2 encontrado es inferior a las 600 ppm.
En dos centros de cultura con bastante ocupación pero cumpliendo con el máximo de aforo permitido, los niveles de CO2 son inferiores a las 700 ppm. Y en la mayor biblioteca de la ciudad, en todas las salas analizadas, el CO2 en aire es inferior al valor recomendado.
En la oficina y sala de reuniones de Kalapie con 4 personas, el nivel de CO2 es inferior a las 600 ppm. Y en el salón de actos del centro cultural Ernest Lluch, con ventilación mecánica, ventanas del fondo abiertas y un aforo de más del centenar de personas, en el que se presentó el pasado 14 de diciembre, el taller plus 55 de Sensibilización Medioambiental, con asistencia de unas 40-45 personas, la concentración de CO2 se mantuvo por debajo de las 700 ppm a lo largo de los 75’ de la charla. En esta sala se desarrollará el taller entre enero y mayo de 2021, en su VI edición, distribuido en dos grupos de alrededor de 40 personas cada uno.

En el interior de bares, pubs y cafés, cumpliendo con el 50% del aforo establecido en la Comunidad Autónoma del País Vasco, se superan las 700 ppm de CO2 en aquellos sin sistemas de ventilación mecánica ni natural (puerta y ventanas cerradas). Con ventilación natural adecuada, el nivel de CO2 es inferior a las 700 ppm en las mesas más cercanas a la puerta, pero no en las del interior, más alejadas de la entrada.
Sin embargo, los locales de hostelería con ventilación mecánica adecuada y aforo permitido, las concentraciones de CO2 en su interior son incluso inferiores a las 600 ppm.
Las mediciones de CO2 realizadas en las terrazas de bares, pubs y cafés (abiertas mínimamente por 2 laterales), cumpliendo con la distancia de seguridad entre personas establecida por el protocolo anti Covid y la recomendación de no fumar, arrojan niveles similares al aire de la calle, inferiores a las 500 ppm.
En las calles de la ciudad, respetando las distancias entre personas y evitando aglomeraciones, los niveles de CO2 son inferiores a las 500 ppm.
En los DOMICILIOS, en estancias de 20-25 m2 (altura de 2.5-3 m), con sólo 3 comensales y ventanas cerradas, en solo unos 10’ el CO2 alcanza las 1100 ppm y con 4 llega a las 1500-1600 ppm. Abriendo la ventana, retorna en pocos minutos a niveles inferiores a las 500 ppm.
Como dato curioso a señalar, que en dormitorios de 12-15 m2, durmiendo una persona, se levanta a la mañana con 1000 ppm de CO2 en el cuarto, y con dos, llega hasta las 1500-1600 ppm. Abriendo la ventana unos 5-10’ el CO2 disminuye a 500 ppm.
Conclusiones y recomendaciones.
El riesgo de contagio por Covid-19 en exteriores es mínimo si se cumplen las medidas del uso de mascarilla, distanciamiento y evitar las aglomeraciones.
Por el contrario, en recintos interiores con gente, el riesgo de contagio por aerosoles puede ser alto, dependiendo del volumen del local, el nivel de ocupación, la ventilación y el uso o no de mascarilla.
La normativa obliga al uso de mascarilla en todos los recintos cerrados a excepción del interior de establecimientos del sector hostelero y de los domicilios.
De los niveles de CO2 encontrados en este estudio preliminar, señalar como unas primeras conclusiones que:
- Los autobuses urbanos e interurbanos, con las ventanillas superiores abiertas, están por debajo del límite, incluso con una alta ocupación de usuarios.
En aquellos que no es posible abrir ventanas, habría que adecuar el nivel de ventilación mecánica del autobús al número de pasajeros. - Los automóviles deberían llevar siempre la ventilación en marcha, y mejor con dos ventanas parcialmente abiertas.
- En los trenes de cercanías, habría que mejorar los sistemas de ventilación, a fin de garantizar con media-alta densidad de ocupación, niveles de CO2 inferiores a las 700 ppm.
- En los comercios de barrio, cumpliendo con el aforo establecido, sin ventilación mecánica pero con la puerta abierta, la concentración de CO2 es en general inferior al límite recomendado de las 700 ppm.
Por el contrario, con la puerta cerrada, el nivel de CO2 supera ampliamente el valor de referencia. - En uno de los mercados, sin limitación de aforo, se supera el valor de las 700 ppm, incluso con pocas personas en su interior, por lo que habría que mejorar la ventilación mecánica de sus instalaciones.
En algún supermercado sin regulación de aforo, se supera ampliamente el límite recomendado, por lo que habría que mejorar su sistema de ventilación y, probablemente, también controlar la ocupación.
Algunos macrocentros deberían mejorar su sistema de ventilación así como reducir el aforo. - En establecimientos tales como gimnasios y centros de fisioterapia, con una ventilación mecánica adecuada al número de ocupantes, los niveles de CO2 encontrados son inferiores a 700 ppm.
- Los bares, pubs y cafés de tamaño pequeño y que no disponen de ventilación mecánica, con el 50% de aforo y las personas sentadas, manteniendo la distancia de seguridad, puede ser suficiente con ventilación natural permanente: puerta de entrada abierta y ventanas si es posible, recomendando a los clientes que estén siempre con la mascarilla puesta, salvo en el momento de comer y beber.
Los de superficie mayor requieren ventilación mecánica para obtener valores de CO2 inferiores a 700 ppm.

Si no es posible instalar la ventilación, existen en el mercado purificadores de aire equipados con filtro HEPA (retienen el 99% de partículas, bacterias y virus).
Los domicilios durante las comidas familiares, con elevados niveles de CO2 encontrados, aún cumpliendo con los aforos de 6-8-10 personas establecidos por las CCAA para las próximas fiestas navideñas, pueden ser un foco muy importante de contagio por coronavirus.
A los comensales habría que recomendarles las mismas medidas de precaución y cautela dadas al sector hostelero: permanecer con la mascarilla puesta salvo en el momento de comer y beber.
En definitiva, que de todos los recintos cerrados analizados, el riesgo de contagio de Covid-19 por inhalación de aerosoles, y con mucha diferencia, es mayor en aquellos lugares en los que nos quitamos la mascarilla: domicilios, bares, pubs, cafés, restaurantes…
Finalmente, señalar en general que para reducir el riesgo de infección en espacios cerrados, lo mejor es que el local tenga un buen sistema de ventilación, y en su defecto, una ventilación natural adecuada, con puertas y ventanas abiertas, y si nada de lo anterior es posible, habría que tomar medidas adicionales con la instalación de los referidos purificadores con filtros HEPA.Y como indica el informe de los científicos españoles, no descartan tampoco que sea obligatorio a medio plazo, disponer de un medidor en tiempo real de CO2 para conocer el grado de ventilación de los locales públicos, y que sea visible desde todo el recinto.
Grupo de Trabajo Salud y Medioambiente
Carlos Perez Olozaga
Marian Sintes Marco
Accede al informe completo
Beneficios medioambientales, psicofísicos, económicos de la bicicleta
Reportaje del técnico Paulino Pastor, un experto de calidad del aire de interiores emitido el día posterior a la publicación de este artículo.
Reportaje de la sexta. Aerosoles: La amenaza Invisible.