
COVID-19 AND CLEAN AIR: AN OPPORTUNITY FOR RADICAL CHANGE
Las publicaciones científicas sobre la importancia de la calidad del aire en la salud son cada vez más frecuentes y aceptadas. La pandemia del Covid19 hizo que numerosos países paralizaran el transporte y la actividad industrial. Incluso desde el espacio se pudo comprobar como cayeron drásticamente hasta un 50% las concentraciones de PM2,5 (partículas finas), el NO2 (dióxido de nitrógeno) y el CO (monóxido de carbono). El artículo publicado en “The lancet”, aquí reseñado, recoge que hasta octubre habían muerto a nivel mundial 960.000 personas a causa del COVID19, principalmente entre las poblaciones más empobrecidas y vulnerables.

Pues bien, también recoge que anualmente la contaminación atmosférica es responsable de la muerte de 5 millones de personas por infartos cardiacos y cerebrales, enfermedades y cáncer de pulmón, nacimientos prematuros, etc. Además, la mala calidad del aire aumenta la mortalidad por COVID19.
El COVID-19 una oportunidad para la calidad del aire.
Dentro de la desgracia humana y económica que ha supuesto la pandemia COVID19, ha sido sorprendente comprobar que si es posible mejorar la calidad del aire. Además, se ha calculado que esa mejoría evitó 11.000 muertes en Europa en el mes de abril. Eso es mucho y la ciudadanía debe saberlo.
Desde los años 70 los esfuerzos realizados para mejorar la calidad del aire han salvado vidas y puestos de trabajo. En USA cada $ invertido en el control de la contaminación del aire devuelve a la sociedad 30 $. Se ha demostrado que es posible un aire más limpio si se disminuye el uso de los combustibles fósiles. Además, en muchos países la generación de energía que proviene del sol y del viento es más barata que la de energías fósiles. Si los gobiernos apuestan decididamente por las energías limpias en la era post covid19 esta transición será más rápida.
Hay quien argumenta que esta crisis es muy profunda para empezar un cambio. Pero hay quien percibe todo lo contrario. Esta terrible pandemia y sus consecuencias nos han dado la claridad de visión y una oportunidad única para controlar la contaminación atmosférica, reducir desigualdades, salvar vidas y empezar a cuidar el planeta.
5 actuaciones claves son necesarias e imprescindibles para afianzar el cambio:
- Incrementar rápidamente el uso de energías renovables
- Rediseñar las ciudades para priorizar los desplazamientos caminando y en bicicleta frente a los medios motorizados
- Prevenir el aumento del uso del gas natural. El gas natural no es una energía limpia.
- Invertir en las sociedades que viven de la extracción de los combustibles fósiles para ofrecer una transición económica y laboral
- Interrumpir todas las ayudas y subsidios a la industria de los combustibles fósiles porque perpetúan la contaminación atmosférica, el empobrecimiento, las enfermedades y las desigualdades.
COVID-19 ha acelerado la crisis del modelo de desarrollo mundial. Tenemos una oportunidad única para emerger de esta crisis hacia un mundo con un aire más limpio y saludable, y con menos desigualdades en salud.
Grupo de Trabajo Salud y Medioambiente
Marian Sintes Marco
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