Lucy Saunders, directora de Healthy Streets, nos explica cómo ha conseguido cambiar las políticas en Londres.

Lucy ha creado un marco con diez indicadores sobre la calidad del espacio urbano para guiar el proceso de decisión de políticas públicas. Consiguió juntar el apoyo de gente activista, política y técnica para que el proyecto fuese adquirido por el ayuntamiento de Londres, y ahora sus indicadores son la guía que marca las intervenciones de la ciudad. Su trabajo es continuo y busca mejorar la calidad ambiental, seguridad, salud y equidad del espacio público.
¿En qué consiste Healthy Streets?
El proyecto está pensado para ser un marco en la toma de decisiones a la hora de planificar la ciudad. Nace de la idea de que el entorno que habitamos repercute en nuestra salud y que los cambios que se hagan deben de estar enfocados en mejorar el bienestar de las personas.
El objetivo al final es cambiar la mentalidad de quienes gestionan nuestras calles.
Healthy Streets está formado por diez indicadores muy directos e intuitivos para valorar la calidad del espacio público. El objetivo al final es cambiar la mentalidad de quienes gestionan nuestras calles.
¿Cómo es la gobernanza de la organización? ¿En qué consiste vuestro trabajo?
Nosotras trabajamos para la Región de Londres, la autoridad del transporte en esta ciudad. Antes formábamos parte de la misma Región de Londres pero ahora somos una consultoría independiente que trabaja para ella. Nuestro trabajo consiste en elaborar materiales y cursos para formar al personal técnico de la administración en el manejo de los 10 indicadores.
Además, estamos empezando a trabajar con el Ministerio y por lo tanto estamos ampliando el radio de acción. Estamos trabajando con otros países y ciudades, nuestros clientes suelen ser organismos públicos. Tenemos proyectos con Australia, y ahora estamos trabajando en la ciudad de Barcelona!

El proyecto, que empezó en el 2013, ya tiene más de diez años.
¿Qué resultados habéis observado?
A gran escala se ha conseguido la reducción del límite de velocidad en la ciudad a 20 mph (32 km/h). Se ha creado una zona de ultra bajas emisiones en la que se restringen determinados vehículos y se han reconfigurado los semáforos en favor de la gente que va caminando. Se ha conseguido que haya más tiempo para cruzar y que los tiempos de espera se reduzcan.
En una escala menor se han realizado diversos proyectos de rediseño de los barrios. Se han creado los los barrios de poco tráfico o Low-Traffic Neighbourhoods, que son unidades urbanas donde se restringe el tráfico de paso con maceteros o bolardos para crear calles tranquilas y seguras con verde, lugares para sentarse y espacio para circular con la bicicleta.
También hemos establecido un diálogo con la policía para que cambie sus prioridades en la aplicación de la normativa de tráfico. Ahora se preocupan más del cumplimiento de los límites de velocidad en calles pacificadas que en las vías principales. En las grandes vías el diseño del espacio permite sobrepasar sistemáticamente los límites establecidos mientras que las calles de barrio son lugares tranquilos donde
Otro trabajo interesante es la lista de indicadores de diseño que hemos elaborado, se trata de un proceso de verificación que tienen que pasar obligatoriamente todos los proyectos de la ciudad y que evalúan la gestión del rendimiento.
Finalmente, a escala local se han creado las School Streets, que son restricciones temporales del tráfico motorizado en las calles cercanas al centro escolar durante las horas de entrada y salida de la escuela. Participamos en programas culturales y en la formación de los equipos de mantenimiento de la ciudad.

¿Hablar sobre salud pública es una buena estrategia para conseguir ciudades más sostenibles?
Bueno, primero que todo no me gusta hablar de salud como si dependiera de las decisiones personales, más bien me gusta enfocarlo en que la gente tiene derecho de vivir en un entorno saludable.
La gente tiene derecho de vivir en un entorno saludable.
La experiencia de estar en la calle debe de ser satisfactoria, así que debemos generar un entorno saludable y de calidad. Esto lo podemos conseguir, por ejemplo, con un incremento del uso de la bicicleta y los desplazamientos a pie. En esto la comunidad de comerciantes ha sido de gran ayuda, porque tenían muy claro que tener buenas calles atrae a la gente, así que nos han apoyado mucho.
¿Tenéis algún material de los 10 indicadores de Healthy Streets que pueda ser usado ya mismo?
Normalmente desarrollamos los indicadores en cada lugar hacemos un estudio previo y los adaptamos al contexto, nos centramos en unos aspectos más que en otros. Por eso las guías más detalladas que tenemos son para Greater y Central London, y para Australia, pero tenemos una herramienta de valoración cualitativa que se puede utilizar en cualquier lugar.

Aquí os dejamos un resumen de los indicadores creados por Healthy Streets:
- Peatones de todos los ámbitos de la vida.
Las calles de Londres deberían ser lugares acogedores para que todos caminen, pasen más tiempo y participen en la vida comunitaria. - La gente elige caminar, andar en bicicleta y usar el trans-porte público.
Caminar y andar en bicicleta son las formas más saludables y sostenibles de viajar, ya sea para viajes completos o como parte de viajes más largos en transporte público. Las personas eligen esas formas de desplazarse porque son fáciles, preferentes y atractivas. - Aire limpio.
Mejorar la calidad del aire ofrece beneficios para todos y reduce las desigualdades de salud injustas. - La gente se siente segura.
Toda la comunidad debe sentirse cómoda y segura en nuestras calles en todo momento. Las personas no deberían sentirse preocupadas por el peligro del camino o experimentar amenazas a su seguridad personal. - No muy ruidoso.
La reducción de los impactos del ruido del tráfico automotor beneficiará directamente a la salud, mejorará el ambiente de los entornos de la calle y fomentará los viajes activos y la interacción humana. - Fácil de cruzar.
Hacer que las calles sean más fáciles de cruzar es importante para alentar más caminatas y conectar a las comunidades. La gente prefiere rutas directas y poder cruzar las calles a su conveniencia. - Lugares para detenerse y descansar.
La falta de lugares de descanso puede limitar la movilidad de ciertos grupos de personas. Asegurarse de que haya lugares para detenerse y descansar beneficia a todos, incluidas las empresas locales, ya que las personas estarán más dispuestas a visitar, pasar tiempo o conocer a otras personas en nuestras calles. - Sombra y refugio.
Brindar sombra y protección contra los fuertes vientos, las fuertes lluvias y el sol directo permite que todos usen nuestras calles, sin importar el clima. - La gente se siente relajada.
Una gama más amplia de personas elegirá caminar o andar en bicicleta si nuestras calles no están dominadas por tráfico motorizado, y si los pavimentos y las ciclovías no están abarrotados, sucios, desordenados o en mal estado. - Cosas para ver y hacer.
Es más probable que las personas usen nuestras calles cuando su viaje es interesante y estimulante, con vistas atractivas, edificios, plantaciones y arte callejero y donde otras personas usan la calle.
Serán menos dependientes de los automóviles si las tiendas y los servicios que necesitan están a poca distancia, por lo que no necesitan conducir para llegar a ellos.