Granada al Pedal 1996-2016
Usuarias y usuarios de la bicicleta en la Aglomeración Urbana de Granada Andalucía por la bici
Coordinadora Ibérica de la Bicicleta (CON BICI, European Cyclists’ Federation: ECF)
En el 2006, cuando Granada al Pedal cumplía diez años, ya teníamos encendida
la luz roja de la movilidad. Algunos intentábamos cambiar la idea de progreso
desde la parada del 7. La Aglomeración Urbana era un mar de grúas, adosados
y dudas. Los ecologistas habíamos hecho sonar la alarma en la Vega y puesto
el reloj de arena en la circunvalación. La ansiedad del asfalto. Siempre querían
más. Perdieron una década sin cantar la canción de la planificación. Cruzándole
la cara a una fértil comarca con muchas vías para el motor. Mientras el tranvía,
la bici, el peatón y los transportes públicos esperaban su suerte.
La nuestra, es la historia de la constancia y la persistencia. La de la búsqueda
de lo sostenible en el horizonte inmediato. Sin otro objetivo que una mirada
más amable hacía las personas. Así la idea en bicicleta es ponerle rostro
humano a la ciudad. Los ciclistas urbanos no somos más que humildes
peatones a pedales. O así deberíamos ser. Susurros para la ciudad lenta y
silenciosa. La del bullicio embriagador exento de estridencias.
Si vas en bici debes generar confianza. A veces no es fácil conseguirlo, pero así
la bici será para la ciudad histórica su fiel aliada. ¡Qué los ancianos no teman!
¡Qué quien sufra alguna discapacidad pueda ir a tu lado! ¡Qué el niño juegue
mientras tu vas moviendo las piernas hacía el trabajo! ¡Qué la música suene y
puedas oír los pájaros!
Pero la ciudad se embarra un terreno hostil nada claro. El de las vías que
entran y conectan los barrios con excedentes de velocidad. El de carriles bici en
que se entrecortan, o van sin más a la “Estrella de la Muerte”. Y es de
reconocer que algunos están cambiando los pueblos cercanos.
Del 6 al 16 van diez años con más pedaladas. Son muchos y muchas las que
han sacado la bici del armario. Quedan, eso sí ¡tantos por hacerlo! Hay más
espacios y paradas. Hay planes y planos. Algo está cambiando. Pero es
insuficiente. Estamos empezando y a veces, los supuestos árboles no dejan ver
el bosque motorizado. Mucho que hacer, mucho que hablar.
Soñamos con un salto similar al de la red de redes, al de la revolución
tecnológica pero será difícil. Hasta ahora entre década y década pocos pasitos y
casi ningún paso.
En el 83 se aparcaba en Plaza del Carmen, se circulaba por Mesones y los
coches daban la vuelta a la Plaza Bibrrambla. En el 93 se ponía el grito en el
cielo por la intención de restringir la Cuesta Gomerez que da acceso a la
Alhambra. Había escepticismo sobre la peatonalización de Puerta Real. En el
2003 todavía se daba vueltas a si había que apoyar la bici, mientras
impulsábamos el Pacto Andaluz. La picota rondaba el recién construido carril
bici de la Avenida de Dilar. El 2010 nuestro cartel de la Semana Europea: “con
dos ruedas y sin motor”, pero en el 2016 se sigue hablando demasiado de
carreteras, la inversión para el Plan Andaluz es escasa y por la Gran Vía se
sigue corriendo y a duras penas respirando.
Jesús García López