En el verano de 2012, María Seguí, entonces Directora General de la DGT, provocó un potente terremoto anunciando que reformaría la Ley de Tráfico para convertir el casco ciclista en España en obligatorio para todas las edades y vías
La irrupción de los patinetes eléctricos ha propiciado que algunas partes interesadas los equiparen injustificadamente con las bicicletas y traten de cargarlas de obligaciones como el casco, que perjudicarían gravemente el crecimiento de la bicicleta en España
Tras varias compadecencias en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso por las diferentes partes, en la primavera de 2013 (ver aquí nuestra postura y parte del proceso de entonces) se promovió el texto de esta Moción Tipo consensuada por ConBici, la Mesa Española de la Bicicleta y la Red de Ciudades por la Bicicleta para presentar en todos los ayuntamientos que desearan suscribirla. Y aquí la publicamos, en 2019, para recordar la inesperada oposición que encontraron la Dirección de la DGT y otros aliados a dicha reforma, desde los ayuntamientos que tenían experiencia y motivación para promover la movilidad ciclista y sin datos de accidentabilidad que avalaran una medida considerada desproporcionada por muchos especialistas. Entre otros motivos, expuestos en la Moción Tipo, el notable perjuicio que ocasionaría a los sistemas de bicicletas públicas municipales jugó un importnate papel.
Seguidamente podrás ver la larga lista de apoyos. Y para finalizar, la nota de prensa que se emitió desde ConBici. También algunas ilustraciones que utilizamos aquellos años para defender nuestra postura. Con la impagable y «aleccionadora» foto de la Directora General de Tráfico montada en bicicleta dentro de su despacho con un casco.
MOCIÓN TIPO CONTRA LA OBLIGATORIEDAD DEL CASCO CICLISTA (Año 2013)
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La bicicleta ha experimentado un notable auge en muchas ciudades españolas durante los últimos años, de lo que debemos congratularnos por sus indudables efectos positivos sobre el medio ambiente y la salud pública. La contribución de la bicicleta a un mejor medio ambiente urbano es innegable y su contribución a la mejora de la salud pública ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud, que recomienda el uso cotidiano de la bicicleta como medida preventiva frente a la obesidad y las enfermedades coronarias. Así lo ha reconocido también la Dirección General de Tráfico (DGT), al incluir el fomento de la bicicleta como medio de transporte preferente entre los objetivos de su recientemente presentado Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación. Esta reforma contiene numerosos aspectos positivos que favorecen la seguridad vial y pueden ayudar a promover el uso de la bicicleta, especialmente la apuesta por la pacificación del tráfico. Sin embargo, el borrador incluye una medida excepcional en nuestro entorno europeo, cuyo efecto global sobre la seguridad del tráfico, la salud pública y la mejora del medio ambiente urbano es discutible. Nos referimos a la obligación de utilizar casco para circular en bicicleta por la ciudad.
El casco ciclista es una medida “de fin de tubería”, de la que no cabe esperar una reducción de la accidentalidad ciclista sino, en todo caso, una reducción de los peores efectos de dicha accidentalidad; en especial, de la mortalidad o del número de accidentes graves producidos por heridas cráneo-encefálicas. Hay que decir, en todo caso, que dicha efectividad es muy dudosa cuando se trata de colisiones con vehículos a motor que circulan a velocidades superiores a 30 km/h. Este tipo de colisiones son, como confirman los propios estudios de la DGT, la principal causa de accidentes ciclistas en las ciudades españolas.
La mortalidad ciclista por accidente en las ciudades españolas no es muy elevada, oscilando entre 10 y 15 fallecimientos al año (a efectos de comparación, el total de fallecidos por accidente de tráfico en zona urbana ascendió a 457 en el año 2.011). Esta mortalidad muestra una clara tendencia a la baja, pese al indudable aumento del uso de la bicicleta como alternativa de movilidad urbana en muchas ciudades. Esta tendencia a la baja muestra la efectividad de las medidas que ya se están tomando en muchas ciudades españolas para mejorar la seguridad del tráfico ciclista, como la implantación de redes de vías ciclistas y otras infraestructuras. También confirma el hecho de que, a mayor número de ciclistas, mayor seguridad, debido a la mayor visibilidad de la bicicleta y al hecho de que cada vez más conductores son conscientes de la presencia de ciclistas en la vía publica, y los respetan cada vez mas (entre otras razones porque muchos de ellos son también ciclistas).
No parece por tanto que la situación reclame una medida tan drástica como imponer la obligatoriedad del casco ciclista, lo que por otro lado podría tener efectos negativos sobre el fomento de la bicicleta como modo de transporte en las ciudades. Existen numerosos estudios que confirman este efecto, aparte del hecho significativo de que en ninguno de los países donde la bicicleta a llegado a ocupar un lugar importante en la movilidad urbana es obligatorio el uso del casco para los ciclistas.
En particular, el impacto negativo de la obligatoriedad del uso del casco sobre los sistemas de bicicletas públicas es evidente. Y no debemos olvidar que dichos sistemas ocupan un lugar de primer orden en la estructura de la movilidad ciclista de muchas ciudades españolas como Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza etc…, con importantes porcentajes de uso sobre el número total de desplazamientos en bicicleta. El colapso de tales sistemas significaría un notable retroceso en el uso de la bicicleta en dichas ciudades, así como efectos negativos para su imagen exterior y la pérdida de una inversión en muchos casos elevada.
Estimamos por tanto que los posibles efectos positivos de la imposición del uso del casco como medida paliativa de las peores consecuencias de los accidentes de tráfico que muy ocasionalmente sufren los ciclistas urbanos, podrían verse superados con creces por sus efectos negativos. Estos efectos negativos serían consecuencia del descenso del uso de la bicicleta y de su impacto sobre la salud pública (incremento de los índices de obesidad y de enfermedades coronarias), sobre la calidad del medio ambiente urbano y sobre la propia seguridad del tráfico en general. A este respecto no debemos olvidar que la bicicleta, por sus especiales características, es un vehículo potencialmente muy seguro tanto para el propio usuario como para los demás usuarios de la vía. Mucho mas seguro que otros vehículos privados, como las motocicletas o el automóvil. En particular, un descenso en el uso de la bicicleta como consecuencia de la obligatoriedad del uso del casco ciclista, podría ir acompañado de un incremento paralelo del uso de motocicletas y ciclomotores, con las consecuencias negativas que cabe imaginar para la seguridad global de tráfico urbano.
En consecuencia, y ante las dudas que suscita dicha imposición, se propone el siguiente
ACUERDO
Instar a la Dirección General de Tráfico a que en el Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación que está en fase de redacción, no incorpore la obligación de utilizar casco para circular en bicicleta por la ciudad
Listado de Ayuntamientos e Instituciones que se han manifestado contra la obligación del casco ciclista en las zonas urbanas:
Ayuntamiento de Alagón
Ayuntamiento de Albacete
Ayuntamiento de Alcobendas
Ayuntamiento de Alcorcón
Ayuntamiento de Alicante
Ayuntamiento de Alovera
Ayuntamiento de Aranjuez
Ayuntamiento de Barcelona
Ayuntamiento de Bilbao
Ayuntamiento de Burgos
Ayuntamiento de Cartes
Ayuntamiento de Castrillón
Ayuntamiento de Córdoba
Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián
Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros
Ayuntamiento de El Prat de Llobregat
Ayuntamiento de Fuenlabrada
Ayuntamiento de Gandía
Ayuntamiento de Gavà
Ayuntamiento de Granollers
Ayuntamiento de Jaca
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria
Ayuntamiento de Leganés
Ayuntamiento de Lleida
Ayuntamiento de Logroño
Ayuntamiento de Lorca
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Majadahonda
Ayuntamiento de Mérida
Ayuntamiento de Montcada i Reixac
Ayuntamiento de Murcia
Ayuntamiento de Olivares
Ayuntamiento de Ourense
Ayuntamiento de Sabiñánigo
Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat
Ayuntamiento de Sant Cugat
Ayuntamiento de Sant Feliu Llobregat
Ayuntamiento de Santander
Ayuntamiento de Sevilla
Ayuntamiento de San Sebastián-Donostia
Ayuntamiento de Tarifa
Ayuntamiento de Tarragona
Ayuntamiento de Terrassa
Ayuntamiento de Torrelodones
Ayuntamiento de Valencia
Ayuntamiento de Yebes
Ayuntamiento de Zamora
Ayuntamiento de Zaragoza
Consorci de les Vies Verdes de Girona
Consorci dels Colls i Miralpeix
EMT Madrid
Servei Català del Trànsit
Diputación de Barcelona
Área Metropolitana de Barcelona – AMB
Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Sevilla
NOTA DE PRENSA:
CONBICI INSTA A LOS AYUNTAMIENTOS Y A LAS INSTITUCIONES A PRONUCIARSE EN CONTRA DEL CASCO CICLISTA OBLIGATORIO EN ZONAS URBANAS
Apenas unos meses después de su anuncio, podemos afirmar que la propuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) de incluir en la reforma del Reglamento General de Circulación (RGC) la obligatoriedad del casco ciclista en zonas urbanas está cosechando una amplia oposición:
1) De prestigiosos juristas que consideran, entre otras cosas, que dicha norma sería ilegal al no estar contemplada la obligatoriedad del uso del casco ciclista en zonas urbanas en la vigente Ley de Tráfico.
2) De los afectados por la norma, expresada en las continuadas declaraciones en dicho sentido de las asociaciones de ciclistas españolas y europeas
3) De las instituciones encargadas de aplicar la norma caso de aprobarse, expresadas en las numerosas declaraciones contrarias a dicha norma por parte de los ayuntamientos españoles líderes en el fomento de la bicicleta: Barcelona, Donosti – San Sebastián, Sevilla, Valencia, Vitoria, Zaragoza …
Pese a ello la DGT continúa enrocada en su discurso demagógico, centrado en la defensa de las supuestas virtudes del casco ciclista como elemento de protección individual y afirmando hablar en nombre de las escasas víctimas ciclistas que en los últimos años pudieran haber recibido algún golpe en la cabeza – sin cifras sobre si llevaban o no casco -, o realizando una irreal comparación de la bici con las motos, pero olvidando que así no puede enfocarse el debate en ningún país de nuestro entorno. El verdadero debate es si de una norma que haga obligatorio el casco ciclista en las zonas urbanas se derivarían mas ventajas que inconvenientes.
Ante dicha situación ConBici quiere aclarar ante la opinión pública que
1) No nos oponemos al uso del casco ciclista como medida de protección individual libremente asumida.
2) Nos oponemos, junto a muchos ayuntamientos, al casco ciclista obligatorio en zonas urbanas por considerar que dicha norma sería globalmente perjudicial para el medio ambiente, la salud pública, y la seguridad del tráfico en general
Basamos esta última apreciación en los numerosos estudios que relacionan la imposición del casco obligatorio con el descenso en el uso de la bicicleta, especialmente de la bicicleta pública. Así como en los numerosos estudios que ratifican los efectos beneficiosos del uso de la bicicleta para el medio ambiente, para la salud pública (reducción de los índices de obesidad y de enfermedades coronarias), para la economía y para la seguridad del trafico en general, pues a mayor presencia de bicicletas en la ciudad, mayores son las cotas de seguridad vial para todos los usuarios.
En consecuencia hemos iniciado una campaña dirigida a los municipios e instituciones de toda España para que expresen su rechazo a dicha norma, desproporcionada y contraproducente, mediante la aprobación de mociones y declaraciones públicas, así como mediante la presentación de alegaciones ante la DGT antes de que el mencionado proyecto de reforma sea presentado ante el Consejo de Ministros.