Tras las últimas declaraciones del Ministro del Interior español, Grande
Marlaska, acerca de instaurar un seguro obligatorio para las bicicletas
Hoy hemos enviado una nueva solicitud de reunión y explicación por parte del Ministerio del
Interior. El director de la DGT, Pere Navarro, con quien todavía no hemos podido reunirnos,
ya que no acudió a la invitación que le hicimos a propósito de la jornada de trabajo que
tuvimos en julio en Madrid, parece claro que la bicicleta no está en la agenda del gobierno.
No podemos permitir que en una reunión con víctimas de violencia vial, se interpele a la
bicicleta como un elemento peligroso, amenazante y como él mismo Marlaska ha dicho
“victimario”. La Administración pública no puede seguir despistada con ocurrencias de
políticos como el seguro obligatorio, cuando precisamente el colectivo ciclista es uno de los
más afectados por la violencia vial. El absurdo seguro obligatorio oculta nuestra protección
como víctimas.
Durante el último año hemos trabajado y aportado numerosas propuestas al proceso de
redacción del Plan Estatal Estratégico de la Bicicleta liderado por la Dirección General de
Tráfico DGT, llamamos a la responsabilidad de tomar medidas en la dirección marcada por
el comité técnico y no en sentido opuesto. Llevamos esperando la necesaria actualización
de la normativa estatal desde que el actual director de la DGT estuvo en este mismo puesto
y tuvo redactado un borrador de RGC que, por fin, reconocía y regulaba el uso de la
bicicleta como vehículo en la ciudad. Son 8 años esperando una solución que nunca llega y,
mientras tanto, el desarrollo de la bicicleta sigue estancado, cuando no es una regresión en
su uso lo que sucede en algunas ciudades.
Por eso, porque creemos firmemente en que la bicicleta mejora nuestras ciudades y porque
es absolutamente necesario que el desarrollo de políticas de fomento de su uso estén
presentes en las agendas cotidianas de quienes gestionan la cosa pública, decimos que ya
está bien. Ya está bien de esperar unas soluciones que nunca llegan. Ya está bien de ver
como mueren ciclistas en nuestras carreteras sin que nada cambie. Ya está bien de ver
como se reprueba el uso del único vehículo que hace mejores a nuestras ciudades.
Es la hora de reformar el Reglamento General de Circulación para reconocer a la bicicleta
como un vehículo mejor. Es la hora de redactar una Ley de Movilidad y abandonar los
tiempos de leyes de tráfico. Es la hora proteger a quienes nos movemos en bici y que
pedalear no signifique jugarse la vida a cada pedaleo.
La bicicleta puede ser la mejor aliada para la reducción de la velocidad y la violencia vial en
nuestras ciudades. Esperamos que las Administraciones públicas asuman su
responsabilidad, dejando a un lado ocurrencias como el seguro obligatorio.
Los actuales seguros obligatorios se aplican a la movilidad motorizada. Un sistema de de
control a la movilidad activa provocaría un desincentivo en contra de los principios de
sostenibilidad de las actuales políticas públicas. Los recursos necesarios para censar las
bicicletas y gestionar todos los accidentes (la inmensa mayoría leves), haría inviable su
coste. Así sucedió en Suiza.