La emergencia climática exige la puesta en marcha de medidas para reducir el impacto de emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir los niveles de contaminación atmosférica. Son principalmente los desplazamientos recurrentes los que generan un gran impacto socioambiental en las ciudades y entornos metropolitanos.
Una las fuentes principales de esas emisiones de CO2 es el transporte. Y desglosando los modos y usos de transporte, los desplazamientos obligados al trabajo en vehículo privado contaminante son los más frecuentes:
Según los datos del IDAE, más del 42% del gasto energético del país destinado al transporte es por el vehículo privado; el transporte en su conjunto es responsable de más del 26% de las emisiones de CO2 y nuestro país depende en un 94% de las importaciones de petróleo.
En la gráfica superior vemos cómo los desplazamientos se incrementan en el extrarradio de nuestras ciudades. Durante décadas se ha potenciado un cambio del modelo de urbanismo, haciéndolo más disperso y dependiente del transporte privado. En estos últimos años ha aumentado la concienciación social de lo que esto implica: contaminación atmosférica y acústica, y lo que repercute en el cambio climático.
En estas cifras se muestra la necesidad de los planes de movilidad al trabajo:
La propia guía del IDAE define un plan de transporte al trabajo (PTT) como “consiste, esencialmente, en la realización de un conjunto de medidas elaboradas mediante un proceso participativo y ejecutadas por la dirección del centro de trabajo. Dichas medidas tiene por objeto racionalizar los desplazamientos al lugar donde se desarrolla la actividad, tanto de sus propios empleados como de clientes, proveedores y visitantes”. De tal forma, que entenderemos un plan de transporte al trabajo, como un plan encaminado a reducir el impacto sobre el medio ambiente de los desplazamientos necesarios para realizar nuestras actividades profesionales.
La determinación de desarrollar un PTT debe ser de la dirección de la empresa, habida cuenta de la generación de algún gasto económico en su fase de implantación y desarrollo. Gasto económico que se verá en parte compensado con la publicidad positiva que para la empresa puede representar.
La legislación actual, a nivel nacional, no obliga a la elaboración de PTT, pero sí existen normas a nivel de comunidades autónomas, como Cataluña y Valencia. En algunas de ellas, se alude directamente a la necesidad de elaborar planes de transporte al trabajo.
La ley 2/2011, de Economía Sostenible enuncia que las administraciones competentes fomentarán el desarrollo de planes de transporte al trabajo en empresas, podrán impulsar la adopción de planes mancomunados para grupos de empresas que compartan una misma área y favorecerán la designación de un gestor de movilidad en empresas de más de 400 empleados a fin de facilitar la aplicación del plan.
Vemos que, si bien la legislación actual no obliga a la elaboración de un PTT en empresas de más de 400 trabajadores, no parece lejano el día que las normas así lo establezcan. Estas leyes ya existen en diversos países europeos donde, por ejemplo en Bélgica, se obliga al empresario a pagar el 60% de los abonos de tren a los trabajadores.
Las medidas, según el IDAE, para lograr el objetivo de reducción y racionalización del uso del vehículo privado serían las siguientes:
Desde ConBici apostamos por la movilidad sostenible y por ello creemos que los desplazamientos a pie, en bicicleta o en transporte público deben ser las prioritarias en un PTT. No descartando otras como puedan ser la ayuda en la compra de coches eléctricos o el coche compartido.
El uso de la bicicleta está recomendado para distancias entre 2 y 10 kilómetros al lugar de trabajo, y en distancias más largas se aconseja su uso en la intermodalidad, conectando con el transporte público, en especial, en su combinación con el tren. Esto ayuda a que las distancias de las viviendas a los puntos de acceso de transporte público o de estos a los trabajos, se reduzcan.
Hay que reseñar que el fomento del uso de la bicicleta en los desplazamientos al puesto de trabajo es una de las medidas más efectivas para reducir el nivel de emisiones de CO2 si se consigue un cambio modal en los desplazamientos hacia este medio de transporte de un número significativo de trabajadores.
La propia guía del IDAE da una lista de posibles actuaciones para incrementar el uso de la bicicleta en los desplazamientos al trabajo:
- Pagar a quien va al trabajo en bicicleta.
- Cursos de formación para un uso efectivo y seguro de la bicicleta.
- Aparcamiento de bicicletas seguro. Recarga de bicicletas eléctricas.
- Taller de reparación.
- Duchas – vestuarios – taquillas.
- Ayuda a la compra de bicicleta e indumentaria adecuada.
- Bicicletas de empresa a disposición de empleados.
El éxito de un PTT se logrará si se consigue en primer lugar el compromiso de la dirección de la empresa. Para ello debemos, como trabajadores, hacerlo ver a nuestros representantes de los comités de empresa y estos, a la dirección. Los beneficios que se pueden obtener en mejora de imagen son evidentes, toda vez que hace público el compromiso de su responsabilidad social corporativa, definida como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de la empresa.
La guía del IDAE cita los elementos clave para el éxito de un PTT:
- El compromiso corporativo.
- La participación de todos los implicados.
- Llevar a cabo un proceso de elaboración e implementación adecuado.
- Dotar de recursos humanos, técnicos y económicos necesarios.
- La integración del plan en la cultura del centro de trabajo.
El propio diseño de un plan de transporte al trabajo, requiere de unas premisas destacables:
- Existencia de un coordinador de movilidad: que haya una persona nombrada para este puesto, y que estén detalladas sus funciones y que tenga capacidad de llevar adelante el plan.
- Documento del plan: escrito y publicado a disposición de los empleadores.
- Datos de referencia: que existan datos de la situación de partida, concretamente que se hayan realizado una evaluación del centro de trabajo y la encuesta de movilidad del personal.
- Objetivos SMART: el plan contiene objetivos específicos, medibles, alcanzables, y relevantes en un plazo de tiempo.
- Medidas concretas: que tengan resultados tangibles, por ejemplo, plazas protegidas para aparcar bicicletas, teletrabajo, duchas, ayudas para comprar abonos de transporte, etc.
- Recursos comprometidos: que se haya destinado una asignación específica y suficiente de recursos para la implementación del plan.
- Mecanismos de seguimiento: evidencia de un enfoque sistemático para medir su funcionamiento. Es decir, que se midan periódicamente los diversos indicadores y se establezca qué hacer si no se alcanzan los resultados esperados.
Esperemos que este artículo contribuya a concienciar a las personas asociadas y simpatizantes de ConBici, y animamos a pedir la implantación de PTT en sus empresas, recordando que el derecho a tener coche y usarlo se acaba cuando se ataca la salud del ciudadano.
En las experiencias transmitidas por las empresas que han implantado planes de transporte al trabajo, parece que el coche compartido no obtiene buenos resultados. Por lo que advertimos de no focalizar los planes en este aspecto. Hay que desincentivar el uso del vehículo privado y una de las medidas, aunque impopulares, es cobrar por el uso de las plazas de aparcamiento de las empresas. Dado que el estacionamiento, ficticiamente gratuito, tiene un coste que no se nos cobra, es muy favorecedor del uso del vehículo privado para los desplazamientos al trabajo. Sabemos de las resistencias de los propios trabajadores a abandonar sus vehículos. Resistencias que deberán de ser vencidas con incentivos, ya que muchos consideran un derecho adquirido el disponer de la posibilidad de usar sus vehículos privados para sus desplazamientos laborales.
Distintas empresas han aplicado ya sus propios PTT.
Sus valoraciones se pueden encontrar en la página WEB del IDAE, AQUÍ. Destacamos el plan implementado por ULMA. Donde con la ayuda de Ciclogreen premian la movilidad sostenible con una serie de puntos canjeables por productos incluidos en un catálogo previamente definido por la empresa. Los llamados ekokilometros, su web, AQUÍ.
En otras promueven los desplazamientos entre distintas sedes con bicicletas eléctricas.
Bibliografía.
Invitamos a entrar en la página del IDAE. Para ampliar información. AQUÍ. Así como a leer la guía usada para la elaboración de este artículo. AQUÍ.
Movilidad al trabajo: un reto pendiente.