
Información relevante sobre coste económico.
El exceso de desplazamientos con vehículos a motor de manera individualizada supone unos costes económicos, sanitarios y sociales externos para las ciudades que son asumidos en los presupuestos generales pero sin ser explícitamente conocidos por la población.
Hacer compatible una vida saludable en las ciudades con la lucha contra el cambio climático es uno de los mayores desafíos que vamos a tener que enfrentarnos en el futuro y en el que la ciudadanía y los gobiernos tienen un papel fundamental para conseguirlo.Aunque para ello haya que realizar enormes inversiones iniciales, estas siempre serán rentables a medio y largo plazo en todos los sentidos. Es mucho más barato asumir costes para hacer frente al cambio climático que esperar a que las cosas ocurran y entonces tener que invertir para reparar los daños producidos.
El sector del transporte se ha configurado como un elemento básico en la economía a la hora de contribuir al desarrollo y crecimiento de la misma. Sin embargo, a pesar de sus efectos positivos, su actividad presenta algunos aspectos negativos, los cuales implican la generación de unos costes que han de ser considerados. Ejemplo de éstos son la congestión, siniestralidad, contaminación del aire, emisión de ruidos, cambio climático, dependencia energética, contaminación del suelo y agua…
En general, los costes asociados a estos efectos no son imputados a aquellos que desarrollan la actividad del transporte, y por lo tanto no son tenidos en cuenta por los mismos a la hora de decidir un desplazamiento. Más bien los costes acaban siendo sufridos y sufragados por la sociedad en general. Por este motivo a estos efectos se les denomina como efectos externos, y a los costes asociados a los mismos, costes externos.
Se habla de los costes sociales del transporte. Se denominan sociales porque afectan a toda la sociedad. La diferencia entre los costes sociales y los que pagamos por un transporte son los costes externos.
Ahora bien ¿Quién paga los costes externos? Los pagamos entre todos, aunque cada uno de ellos de una forma diferente.

La Unión Europea quiere que el transporte asuma los costes externos que genera. La Comisión Europea ha presentado los resultados preliminares de un estudio sobre el impacto del transporte sobre el medio ambiente, la salud de las personas, el clima y la calidad del aire. Entre las principales conclusiones del trabajo destacan el cálculo de los costes externos del transporte, que se cifran en un billón de euros al año, lo que supone el equivalente al 7% del PIB del conjunto de la Unión Europea y que se traducen en daños medioambientales, accidentes y congestión.
De igual modo, el análisis de las instituciones europeas también determina que la sociedad es la que hace frente en su mayor parte a estos costes externos, más que el usuario del servicio o actor que emite la contaminación en cualquier modo de transporte. Una encuesta del Eurobarómetro ha indicado que alrededor del 60% de los ciudadanos de la UE consideran que la congestión es el problema más grave que afecta a la movilidad. Para la Comisión Europea (CE) los costes de la congestión para la sociedad son alrededor de € 270 mil millones al año.
La CE también ha calculado “a grosso modo” los costes de salud de la contaminación del aire, gran parte generada por el tráfico, en varios cientos de miles de millones de euros por año. La investigación ha demostrado que los flujos de tráfico fluido tienen un impacto positivo en la economía urbana. Los estudios sugieren que una disminución del 10% en los tiempos de viaje puede aumentar la productividad al 2.9% y que, en regiones altamente congestionadas, el tráfico de flujo libre podría significar ganancias en productividad de hasta el 30%, estimado en € 110 mil millones por año. Esto es más del 1% del PIB de la UE.
Según la Asociación de los Ciclistas Europeos (ECF) la UE debe proporcionar más fondos para la infraestructura de ciclismo de lo que lo hace actualmente. La demanda de ECF es invertir el 10% de todos los fondos de infraestructura de transporte en ciclismo.
Copenhague dice que Invertir en movilidad urbana cuesta alrededor de $2 millones por milla por lado, pero se amortiza en cinco años a través de ahorros en costos de salud, incremento de negocios adyacentes a la infraestructura para bicicletas y disminución de la pérdida de horas de trabajo debido a retrasos y enfermedades. Gracias a su bajo costo, facilidad de uso, beneficios para la salud y no producir contaminación, la bicicleta simple es la herramienta más efectiva del siglo XXI para hacer que nuestras ciudades sean más habitables.
En Holanda los beneficios de pedalear para la salud suponen un ahorro económico superior al 3% del PIB holandés. La sociedad se beneficia de cada km urbano recorrido en bicicleta. Un kilómetro en bicicleta representa un beneficio social de 0.68 euros, mientras que los autos y autobuses cuestan a la sociedad 0.37 y 0.29 euros por kilómetro recorrido, respectivamente. ¡Andar en bicicleta ahorra inversiones públicas! El costo anual de desplazarse en bicicleta es de aproximadamente 300 euros, mientras que el costo anual de utilizar el auto es de aproximadamente 8500 euros. Hay una gran diferencia para la economía familiar. Hacerles depender del uso del coche les empobrece. ¡Quienes usan la bicicleta gastan más en otras partidas! Quienes usan la bicicleta compran más de forma local, comparado con quienes usan el auto. Aunque quienes usan la bicicleta gastan menos en cada visita, gastan más en conjunto porque compran más seguido que las personas que manejan autos.
Vancouver, ciudad de 600.000 habitantes, con más de 450 km de vías ciclistas, tiene la menor huella de carbono de cualquier ciudad importante de América del Norte y se esfuerza por ser «la ciudad más verde del mundo» para 2020. Vancouver ha desarrollado la “Calculadora de costo de viaje”, una herramienta interactiva que tiene como objetivo capturar el costo total y los beneficios de conducir, tomar el autobús, andar en bicicleta y caminar en Metro Vancouver. Además de los costes de infraestructuras y operacionales, esta calculadora también considera los costos de impactos menos obvios como emisiones, cambio climático, accidentes, congestión e incluso contaminación acústica.
En la siguiente imagen se presentan datos de lo que cuesta o ahorra la sociedad si un viajero a diario se desplaza 5 km en coche, autobús, bicicleta o caminando. En coche y bus cuesta a la sociedad $2.78 y $0.38, respectivamente. Por contrario, ir en bici o caminando ahorra a la sociedad $1.08 y $0.75, respectivamente.
¿Cuánto cuesta o ahorra a la sociedad el viajero diario?
Es importante considerar la proporción de dinero que los usuarios aportan al sistema y la cantidad que cada modo de transporte cuesta al sistema. Por cada dólar que los conductores pagan al sistema a través de impuestos directos y gravámenes en Metro Vancouver, por ejemplo, la sociedad paga $ 9.20 por infraestructura, mantenimiento de carreteras, aumento de los costos de atención médica debido a la contaminación del aire y otros impactos. En contraste, por cada dólar que los pasajeros de autobuses abonan, los contribuyentes aportan $ 1.50 colectivamente. Si bien los ciclistas y peatones no contribuyen mucho desde el punto de vista financiero (si es que lo hacen), sus hábitos de viaje resultan en ahorros para la atención médica y una mayor productividad en el lugar de trabajo gracias al ejercicio adicional que están haciendo. Entonces, sus desplazamientos, en promedio, contribuyen a un beneficio neto a la sociedad.
Grupo de Trabajo Salud y Medioambiente
Carlos Pérez Olozaga
Marian Sintes Marco
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Beneficios medioambientales, psicofísicos, económicos de la bicicleta